Ficha de una princesa helada~ [Gaby's ID]

Angela es...bueno, a su parecer, es toda una diva. Su esbelta figura de mujer, curvilínea y totalmente desarrollada, consigue proferirle un encantador tono casi angelical, que combate constantemente con su elegante personalidad. Pechos firmes y redondeados, bajado por una estrecha cintura y anchas caderas más no en exceso, deslizándose en unas largas piernas. Su piel es pálida por naturaleza, y odia broncearse demasiado. Su cabello, violáceo por fuera y rosa por dentro. Ojos de un profundo azul, y largas pestañas curvadas. Labios carnosos más sin excedirse, y por el resto, un rostro delicado y sereno, de facciones finas.
Tiene un tatuaje en forma de corona alada en el omoplato izquierdo, con su apellido gravado en cursiva debajo.

Angela es una mujer de gustos elegantes, refinados. Su mentalidad es siempre muy cerrada en este aspecto, y bastante extremista,  llegando a sentir desprecio por quienes descuidan demasiado los aspectos a los que ella da más importancia. Se decantará siempre por lo italiano, y es que ella es de Sicilia, y ama todo de allí, desde la pasta hasta el idioma.
No es alguien hipócrita, pero si muy sarcástica e irónica. Es sincera y directa la mayoría de las veces, y no le gusta andarse con rodeos a no ser que sea necesario. Angela es prepotente, y su autoestima rompe los parámetros de lo humano, llegando a ser totalmente egocéntrica y orgullosa. Es manipuladora y a veces algo cruel, sin importarle nunca los sentimientos o preocupaciones ajenos.
En varias ocasiones se encontró que personas creyeron que odiaba el olor a tabaco, y en parte, así es. Se enfada mucho cuando la gente fuma cerca suyo tabaco de mediocre calidad, cosa que no quiere decir que le desagrade el humo del tabaco bueno, de hecho, ama el olor del humo de los puros italianos, los cubanos, y el tabaco de gran calidad en general. Lo mismo ocurre con las bebidas alcohólicas, y es que como mencionamos antes, Angela tiene unos gustos exquisitos para todo.
Le gusta ir vestida de forma provocativa, aunque sin dejar de lado su elegancia italiana que tanto la caracteriza. Ama ser el centro de atención, cosa que se debe a que en la infancia de la joven, mucha atención faltó. Le encanta comprarse ropa nueva, y más y más y más sin parar. También con el maquillaje es pulida, y tiene mucho estilo propio.
Angela tiene un gato negro llamado “Cornelio”, y está muy mimado, totalmente caprichoso y creído, como su ama. Los ojos de Cornelio son azules y grandes, y su pelaje brillante. Angela no es muy amante de los animales, pero Cornelio consiguió ganarse un espacio en el pequeño y arrugadito corazón de la joven.
Su colores favoritos son el morado, violáceo y el negro. Suele combinarlos con rosa o azul, blanco y otros, pero por lo general ama las cosas de los tres primeros colores. Respecto a su comida favorita…todos imaginarían que para una italiana, sería la pasta, pero, aunque la ama con fuerza, no puede resistirse a los postres, son su tentación: fresas con nata.
Nuestra mujer es de carácter fuerte, nunca va a darse por vencida, y sabe esconder y actuar muy bien lo que no quiere que los otros vean. Se podría decir que su paciencia es infinita, y solo algunas cosas puntuales la sacan de quicio. Las que más destacaremos son principalmente: chicas muy inocentes, mujeres que intentan parecer fuertes y son tiernas, hombres que no sepan llevar las riendas de una relación, y que la mientan mal.
Es de decoración minimalista, aunque siente gran aprecio por la época victoriana nunca lo demostró en el aspecto de organización mobiliaria. Siempre supo cómo distribuir perfectamente el espacio por pequeño que fuera, y le encanta que todo esté echo a su manera.
La joven no tiene muchos amigos, por no decir ninguno. No le importa eso, de hecho, es lo que menos la preocupa, y hasta lo prefiere así que de cualquier otro modo. No le gusta tener que explicarle cosas a alguien. Tiene, eso sí, muchos contactos, que la pueden asistir en cualquier momento que ella necesita.
Es muy cuidadosa en lo que a higiene respecta. No suele ir expresando mucho su opinión sobre eso por ahí, pues como dijimos antes, sabe actuar muy bien, y tampoco es tonta. Su capacidad de dirección es impresionante para su edad, y su experiencia mucho mayor a la que cualquier mafioso tendría, pues su vida siempre se basó en eso. Le gusta su trabajo, y tampoco tiene muchas más salidas en las que pensar, siempre se dedicó a eso y eso es en lo que seguirá dedicándose.
Sus gustos de música podrían reducirse al jazz, algo de música clásica, y rock o grunge. No le gusta demasiado sonido, o demasiados gritos. Tampoco la música electrónica, y el reggeton es algo que la descontenta bastante, pues no es solo que le tenga bastante desprecio por la letra de sus canciones, si no que también altera su cerebro con las continuas “patadas” de sonido y hace que le duela la cabeza.
No le gusta usar la violencia, pero su mano no titubea un segundo cuando es necesaria. Pero quede claro, que no le guste usarla a ella, no significa que no le agrade mandar que la ejerzan, echo del cual disfruta bastante en varias ocasiones. Su sangre es tan fría como el hielo que puede manipular a su parecer, y es que siempre se caracterizó por la inmensa tranquilidad en situaciones de riesgo.
Le gustan las novelas románticas, ve en ellas finales que sabe que nunca sucederán, aunque le agradan mucho y lo guarda en secreto. Solo su mayordomo sabe de algunas de estos pequeños matices que consiguen ablandar un poco su frío corazón helado.
Siempre relacionó familia con propósito y beneficio, así que le es difícil entender el concepto de padre querido, o madre amada. Su familia es su mafia, y ya está, no necesita nada más.
Angela es una completa embaucadora rompecorazones, y es que cuando se lo propone puede robarle el corazón a cualquiera, según lo que piensa.  Ella es seductora, enigmática, y su carácter de italiana elegancia forjaron a una mujer sensual y capaz de comerse el mundo entero. Aún así, nunca ha tenido una relación con nadie. Siempre buscó aprovecharse de los hombres, presas fáciles.
Supongo que algún lector, quizás, esperó llegar a esta parte. Angela, a pesar de ser como es, también tiene su corazoncito. Nunca amó, y tampoco sabe lo que es sentir los celos arder en su interior. No sabe cómo se siente ver que eres feliz al despertar cada mañana junto a la misma persona, ver su sonrisa, sus labios, sus ojos, un “te quiero” susurrado y sentirse…sentirse como si tomaras chocolate caliente una fría noche de invierno, como un cálido abrazo en los días de nieve. Ella no entiende que es todo eso, no entiende que es el amor, y tal vez una parte en su interior lleve una pequeña llama que podría derretir todos los muros de hielo que ella misma se formó a su alrededor, prendida por un amor que no espera ver llegar.

Gabrielle, hija de una familia noble italiana, tiene toda la pinta de ser una princesa echa y derecha. Preciosa, elegante, refinada, amable...en fin, una chica admirable. Claro está, que las apariencias engañan, y en el caso de nuestra muchacha, no es una excepción.
Hace muchos años, el padre de Angela se apoderó de la mafia a la que pertenecía, y como no, cambió el nombre de la misma por su propio apellido. Todo iba viento en popa, hasta que una mujer italiana de cabello azulado, ojos esmeralda, esbelta figura y embaucadora de por si, enamoró al pobre hombre. En poco tiempo, Bianca Du Couteau tuvo a Gabrielle, y su padre se dio cuenta de que se estaba equivocando por completo. La madre de Gaby solo había aprovechado la oportunidad de tener un hijo con el jefe de la mafia Salvatore...pero no salió como lo esperaba, porque no fue niño, fue una chica. Nada se podía ya hacer, así que por pura venganza tras descubrirla, Salvatore mató a su mujer y se quedó con la niña, que solo tenía seis años en aquel entonces. Se despreocupó de ella un par de años, y Gabrielle vivió entre los antros más asquerosos de Italia, con las personas más horribles. El primer asesinato de la jovencita, fue entonces, cuando se vio en peligro, y tuvo que encargarse de uno de los hombres que en cuestión trabajaban para su padre. Ahí, Salvatore vio una fuerte potencia que explotar, por lo que comenzó a usar a Gabrielle, quien era más o menos feliz solo con estar a su lado.
Unos años después, Italia se volvió diferente. Ya no era el paradisíaco lugar de la mafia Siciliana, y Gabrielle se marchó con su padre a Estados Unidos. Tampoco era ese el único motivo, si no que el hombre, tenía una enfermedad que se suponía que podrían curar ahí. Llegaron a NY cuando Gaby rodaría los doce años, y pasaron algún tiempo hasta encontrar el hospital en donde tratarían aquello. Nada pudieron hacer para alargar la vida del hombre, quien murió asesinado antes de entrar. Gabrielle tomó el control de la mafia, y la verdad es que se había vuelto mucho más fría, controlando a la perfección sus poderes de hielo.
Volvió a Italia, luego a España, sin dejar de llevar los hilos de su "familia". Estudió derecho y criminología a distancia, se sacó ambos títulos. Aprendió desde pequeña a manejar armas, y el arte de la seducción, así que se mueve como pez en el agua en su ámbito.
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